viernes, 6 de mayo de 2011

Viñarock: Y al final salió el sol




A pesar del llamado espíritu viñarockero que comentamos en las impresiones generales del festival, después de dos jornadas marcadas por la lluvia cundía el desánimo y el cansancio por parte del público. Sin embargo, la cosa cambió el domingo, cuando pudimos ver el sol sin apenas nubes a su alrededor. ¿Vendría para quedarse? Con el paso de las horas nos dimos cuenta de que, efectivamente, el buen tiempo por fin había llegado a Viñarock.

Con esa inyección de moral causada por “el Loren” -a.k.a el sol-, comenzaba la jornada grande para los seguidores del hip hop. Muy temprano, antes de las 5 de la tarde, Los Chikos del Maíz iniciaron en el escenario Viña Beat su actuación ante un público considerable y entregado, algo destacable teniendo en cuenta la hora, el calor y el cansancio de la fiesta de los días previos. Quizá con su incorporación a la discográfica de SFDK, Boa Records, den el paso definitivo hacia el hip hop de primera línea, aunque habrá que ver cómo afecta eso a su marcado carácter revolucionario y crítico.

La actuación de Dark Moor en el escenario Metálika quedó un poco deslustrada por la propuesta musical del grupo, que requiere quizá de más oscuridad, de un juego de luces que no pudo realizarse debido a la hora tan temprana de su concierto (18.30 h). Además, le faltó conexión con el público; no por actitud, sino por las letras en inglés y porque nunca ha sido una banda excesivamente popular en España. Se notó claramente cuando los de Enrik García interpretaron “La Canción del Pirata”, basada en el de sobra conocido poema de José de Espronceda. En aquél momento, el público se entregó un poco más simplemente porque entendía lo que escuchaba y porque podía cantarlo. Por tanto, fue un concierto bueno, pero al igual que Ill Niño, Dark Moor no consiguió conectar con la mayoría del público.

Habeas Corpus sí caldeó más el ambiente entre el respetable, con pogos, círculos y un wall of death. Aunque en líneas generales fue un buen concierto, se echaron de menos canciones de su aclamado Justicia como “La Riqueza es un Crimen” o más clásicos aparte del indiscutible “Mano de hierro”.

En el último tercio de la tarde les llegó el turno a los granadinos Hora Zulú. Sus miembros salieron con muchas ganas de comerse el escenario, no pararon de moverse en ningún momento y su buen sonido ayudó a que el público disfrutase de lo lindo de canciones como “Camarada”, “Toma y Obliga”, “Agua de Mayo” o “Andaluz de Nacimiento”.

Ya por la noche, volví a pasarme por el escenario Viña Beat para ver los conciertos de Duo Kie, Rapsusklei y Sho-Hai de Violadores del Verso. Los primeros realizaron una actuación de primer nivel, siendo quizá uno de los grupos de rap con un mejor directo a día de hoy. Fue el primer concierto de su gira de presentación de su nuevo disco, De Cerebri Mortis, y sirvió de primera mano para observar cómo de bien funcionan los buenos temas. El resultado fue bastante satisfactorio, con un público votando y encantado con el carisma de Locus y Nerviozzo.

Lo que pude ver de Rapsusklei me convenció bastante. Sus veinte años en el hip hop se notan bastante en el escenario y su buen hacer animó a todo el público, a pesar de que el MC zaragozano ha sido criticado mucho por sus últimas producciones discográficas. A mitad del concierto me desplacé al escenario Metálika para ver a los mexicanos Brujería. Sonaban con mucha contundencia, pero las voces saturaban demasiado y no se lograba entender en absoluto nada de las letras. Su estilo mezcla death metal mezcla grindcore tampocó ayudó a un sonido cristalino, pero creo que pudo haber sonado mucho mejor.

Después volví a la carpa del escenario de hip hop para ver qué tal defiende sus temas en solitario Sho-Hai, conocido por su andadura musical con Violadores del Verso. A los platos estuvo Rumba y a los coros Ossi de KungFlow. Comenzaron con “Entro” y sin pausas fueron cayendo temas como “De paso”, “Infierno” (desgraciadamente sin guitarras) y un popurrí de Violadores del Verso que incluía “Zombies”, “Virtuosos”, “Modestia Aparte” y “Solo quedar consuelo” que enloqueció a la audiencia. También hubo tiempo para su compañero de micro, al que dejó marcarse un tema propio. Aparte, entre canción y canción, se acordó de pederastas, curas, maltratadores y George W.Bush, a los que no dejó en muy buen lugar. Fue un show bastante completo y en el que el público pudo participar con temas como “El rey de las cantinas” de Doble V.

El último concierto que tenía programado ver fue el de Tierra Santa, una banda importante dentro del heavy nacional que regresaba a los escenarios este año. Lamentablemente, el mal sonido tanto por ejecución de los artistas como por el trabajo técnico, los desafines y mi propio cansancio, hicieron que no viese su actuación completa. Acabé escuchándola por la radio y la verdad que musicalmente el grupo dejó bastante que desear.

A modo de conclusión, podríamos decir que la edición 2011 de Viñarock ha pasado en un segundo plano en el ámbito musical. Ha habido buenos conciertos, pero hubo demasiados problemas técnicos y, como de costumbre, el sonido de los escenarios mellizos Naranja y Villarrobledo enmascaraba el del escenario Metálika, algo que restaba calidad a los conciertos -no es agradable escuchar rumba mezclada con el death/grindcore de Brujería-. Si fuera yo, reduciría el festival a dos jornadas, con menos escenarios y grupos y que estos no toquen todos los años de manera consecutiva.

En resumen, si Viñarock se ha sostenido este año ha sido por la gente y sus ganas de fiesta más que por la música o el clima.

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